Oh,
automóvil tú tan silencioso cuando descansas,
pero
a tu despertar rugues cual león.
Siempre
acompañado a tu amo, cual perro fiel.
Al
moverte toda persona que pase a tu lado,
se
inmuta y trata de evitarte,
pues a pesar de que eres un ser dócil,
en tus momentos de ira eres capaz de arrebatar
la vida.
Oh
automóvil,
tu
que nos has hecho la vida tan sencilla,
y nosotros que te tratamos como un animal de
carga,
sin preocuparnos de tus necesidades.
Pero tomas venganza y en el momento que más
podemos necesitar de ti,
tu corazón deja de latir,
y
en lugar de preocuparnos,
nos enojamos y en ocasiones te agredimos.
Pero
tú tan fiel a nosotros,
después
de unos días, cual ave fénix regresas a la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario